diumenge, 29 de novembre del 2009

Consumo local, sí, pero además... directo

[Autor: Tana Oshima] Si un agricultor vende sus cebollas a 0,07 euros el kilo y el consumidor final las compra a 1,10 euros el kilo, ¿dónde se queda la diferencia? ¿Por qué el consumidor está pagando un 1.571% más que el precio en origen, mientras que éste está por debajo de los costos de producción?
Algunos productores y consumidores, cansados de tanto intermediario, han decidido en los últimos años establecer lazos directos para comprar y vender. El nacimiento en España de los llamados grupos o cooperativas de consumo -principalmente en Andalucía y País Vasco- se ha consolidado ahora con la red ARCo (Agricultura de Responsabilidad Compartida) lanzada por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) para establecer «alianzas entre ambos extremos de la cadena agroalimentaria».
Como explica Mikel Kormenzana, agricultor vizcaíno, se trata de un compromiso común entre productores y consumidores en favor de la agroecología, «un concepto que abarca lo ecológico pero también lo local, lo cercano, el comercio justo y la soberanía alimentaria».
«Somos más ecológicos los que producimos local y para gente cercana, con un modelo de producción ecológica, aunque no tengamos certificado, que los kiwis con sello ecológico que vienen de Nueva Zelanda», opina Mikel. Efectivamente, un nuevo debate plantea si los alimentos 'bio' merecen tal sello sólo por haber sido cultivados sin pesticidas cuando han tenido que recorrer grandes distancias, con sus consiguientes emisiones de CO2, para llegar al consumidor.
PRIMEROS BENEFICIOS
Mikel pertenece al grupo de consumo Nervioi, en la Sierra Salvada, al sur de Vizcaya, que forma parte de la red ARCo de la COAG. Desde que empezaron hace casi tres años ha visto impulsada la venta directa de los alimentos. Los productores venden a precios más justos y los consumidores se ahorran hasta un 30% de media. «¿Que cuánto han aumentado nuestros beneficios? ¡No han aumentado, hemos empezado a tenerlos!», dice.
La situación económica es especialmente grave para los productores de leche, que con los precios actuales no tienen más que pérdidas. Con la venta directa, todo cambia: pasa de los 0,28 euros el litro, como se vende en las centrales lecheras, a 0,80 euros. Y el consumidor sigue pagando menos.
«Paga menos por un alimento de mayor calidad porque es ecológico», argumenta Mikel. El joven agricultor también quiere desmitificar los elevados precios atribuidos a los productos 'bio': «Son caros si los compras en herbolarios, que suelen aplicar márgenes de hasta un 1.000%. Pero si los compras directamente, son más baratos que los alimentos del supermercado».
El aumento de los precios de venta para el productor no sólo permite que éste pueda vivir de su trabajo, evitando así el creciente abandono del campo; también invita a desintensificar tanto los cultivos como la ganadería. La eliminación de intermediarios alimenta, así, un círculo virtuoso. «Si el ganadero gana más con cada vaca, ya no necesita tener tantas y sus costos de producción también bajan», comenta Mikel.
La iniciativa refleja toda una corriente que lucha contra el modelo industrial. Con la mecanización del campo, la intensificación del cultivo y las grandes distribuidoras, ha llegado un momento en que parece que cada vez se necesitan menos productores. «Pero no es cierto: nosotros, en el País Vasco, sólo nos autoabastecemos en un 10%. Todo el resto viene de fuera. Es absurdo», se lamenta el agricultor. «Si queremos autoabastecernos, y es lo que buscamos con la soberanía alimentaria, necesitamos muchísimos más productores», añade.
En el caso del grupo de consumo Nervioi, los agricultores están aumentando en los últimos años. «Se está abriendo un nuevo mercado. Ahora se ha incorporado al grupo gente que hace pan, nuevos horticultores... Hay que darle la vuelta al proceso de desaparición del sector agrícola», dice Mikel.
Andalucía, una gran región agrícola, también tiene muy extendida la red de venta directa. Según la COAG, hay colegios y hospitales que compran ya directamente a los productores. Ahora, la red ARCo tiene como objetivo crecer a escala nacional. La compra se puede hacer a través de grupos de consumo o bien haciendo el encargo directamente por teléfono o correo electrónico a COAG. Se pueden solicitar cestas fijas (con pan, huevos, carne, frutas y hortalizas) o 'a la carta'.

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